KTBO
02/22/2022
Estamos en el mundo de las ideas, mejor dicho, de las buenas ideas. Las buscamos por todos lados, pasamos días rogando por una epifanía o nos sentamos frente a la computadora esperando llenar esa hoja en blanco. Si eso no es lo suficientemente complicado, hay que sumarle la incertidumbre del entorno, el exceso de contenido y consumidores más críticos, informados y exigentes.
Aunque parezca una contradicción, ciertamente, el proceso creativo toma su tiempo; miles de justas, metodologías, café, caminatas, búsqueda de inspiración, frustración y equivocación. En pocas palabras, tener una buena idea no es para nada sencillo, y si creemos que nosotros solos tenemos que resolverlo, vamos a complicarlo aún más.
No es necesario que trabajes solo en esto. Aceptar nuestras limitaciones es un paso indispensable para encontrar una solución.
Por eso quiero hablarles de la co-creatividad, un método colectivo de aprendizaje basado en la colaboración de profesionales de marketing, empleados, usuarios y consumidores para crear valor juntos. Esto implica utilizar plataformas, eventos y herramientas para escuchar y darle forma al conocimiento comunal, convirtiéndolo en contenido único y relevante, procesos, nuevas estrategias, productos y servicios atractivos.
Es otra forma de acercarte a la gente y de involucrarla en el proceso de creación que no solo te ayudará gestar proyectos, sino que clientes, usuarios y colaboradores sabrán que los notas, los escuchas y los respetas.
A través de la co-creatividad, además de concebir ideas puedes:
Si bien, la co-creatividad no es un concepto nuevo, no ha perdido relevancia. Es esencial entender que los consumidores no son actores pasivos, sino todo lo contrario, son columnas en este universo de la creatividad y fuente de inspiración
En pocas palabras, la co-creatividad significa apostar por la colaboración para que todos ganemos.