Hoy en día, la publicidad inclusiva es un tema de gran relevancia porque en un mundo cada vez más consciente de la diversidad, las injusticias y la invisibilización de minorías o grupos vulnerables, es necesario mostrar una postura y actuar en consecuencia con la intención de sumar a la meta de reflejar la diversidad de las personas en todas sus formas.
En este artículo, exploraremos algunos aspectos de la representación, la responsabilidad que tenemos, los desafíos para hacer publicidad inclusiva y cómo podemos enfrentarlos.
En términos generales, es aquella publicidad que busca derribar estereotipos y prejuicios, reflejando la diversidad y ofreciendo un sentido de pertenencia y representación digna de grupos normalmente marginados por su origen, racialización, género, orientación, edad, discapacidad y otros aspectos de la identidad.
Los medios de comunicación tienen un papel muy relevante en nuestra vida porque invertimos gran parte de nuestro tiempo en ellos. Por eso, lo que vemos en estos canales, ya sea el lenguaje usan, los temas que abordan, las personas que ocupan sus espacios o los mensajes que transmiten, abonan en la construcción de nuestra realidad individual y social.
Ciertamente, es más natural que se quede en nuestro imaginario lo que vemos con mayor frecuencia, y justo ahí radica la importancia de la representación. Por mucho tiempo nos acostumbramos a ver personas con ciertas características físicas, eso creó una idea equivocada de que solo personas con esas particularidades merecen salir en la pantalla, lo que relegó a las demás a posiciones secundarias o incluso ni siquiera a aparecer y, desafortunadamente, si no lo vemos es como si no existiera.
Con esta perspectiva inevitablemente se desencadenaron problemas sociales como la marginalización, estereotipos dañinos, la exclusión y la perpetuación de la desigualdad.
Poco a poco, esas personas desplazadas han exigido su lugar en espacios como los anuncios, películas, programas, revistas, etc., para demostrar que todas y todos merecemos ser vistos y que también somos parte de este mundo. Definitivamente, ver a alguien en los medios que se parezca a nosotros es crucial para construir un sentido de pertenencia y, por lo tanto, un lugar más justo para vivir.
Como todo en la vida, la inclusión no podía estar libre de dificultades, pues si bien es una perspectiva que busca el bienestar social, esta implica un cambio de mentalidad, lo que es muy difícil de conseguir. Cambiar nuestros paradigmas puede ser un proceso intrincado e incluso doloroso. Las referencias, los cánones, la cultura y los mensajes con los que crecimos le dieron forma a nuestra percepción de la vida, y al cuestionar esas ideas alteramos nuestro sistema de creencias, lo que indudablemente nos desequilibra.
En ese sentido, la inclusión puede enfrentar situaciones que complican su aceptación como:
Asimismo, como industria, algunas de las problemáticas que encontramos son:
La verdad es que no hay una fórmula escrita, sin embargo, una gran brújula puede ser la empatía, pues a través de esta es más fácil comprender las experiencias de los demás y lo importantes que es contar sus historias con respeto y consideración. Asimismo, otros aspectos que pueden tomarse en cuenta son:
Afortunadamente, cada vez más marcas están expresando su preocupación sobre el tema y están generando acciones y campañas que promueven la inclusión. Por ejemplo, Mattel generó una estrategia de comunicación “El poder de las diferencias", en la cual, a través de Barbie, se contaron las historia de 4 influencers que enfrentaron múltiples prejuicios. ¿Es una obligación ser inclusivo?
Más que una obligación, es una responsabilidad. Si bien no tenemos control de cómo se interprete lo que hacemos, no nos libera de la influencia que tenemos en las personas. Debemos estar bien conscientes que por la naturaleza de la industria publicitaria, tenemos poder y una plataforma que tiene mucho alcance. Lo que digamos o no a través de ella es un mensaje que definitivamente influirá y no podemos deslindarnos de sus efectos. Al final, también somos actores con una responsabilidad social más allá de vender un producto y el no adoptar prácticas inclusivas puede ser dañino tanto para nosotros como para los demás.
Apostar por la publicidad inclusiva es una labor invaluable que ayudará a que las personas se sientan valoradas, contribuyendo en la misión crear una cultura más empática, amable, justa y respetuosa en la que convivamos todas y todos.
Fuentes:
Think with Google, Qué aprendimos sobre diversidad, equidad e inclusión en 2021.
PUEAA, La importancia de la representación en la sociedad actual.
Forbes, "Inclusive Marketing Must Be Our Default. Here’s Why".